Actividad 15: La acción tutorial

En esta entrada presentaré mi tutor ideal, destacando sus rasgos de personalidad y sus competencias más importantes para poder tratar con los demás profesores, con los alumnos y con los padres.

En primer lugar, la motivación es uno de los aspectos más importantes, sobre todo de cara a los alumnos. El tutor ha de mantener el interés por aprender y despertar la curiosidad de los alumnos por seguir conociendo cosas nuevas. 

Otro aspecto importante es la innovación: esta característica puede estar relacionada con la anterior, ya que para mantener motivados a los alumnos, ha que buscar el interés de los alumnos y captar su atención, y esto puede lograrse introduciendo nuevos métodos de enseñanza, dinámicos, y fuera de lo común. Intercalar métodos de enseñanza tradicionales con otros más dinámicos es una también una buena forma de motivar a los alumnos.

Otra característica fundamental es la capacidad de transmitir conocimientos (habilidades docentes). No sirve de nada que un docente sea muy bueno y sepa mucho de su materia si no sabe transmitírsela a sus alumnos. Es fundamental que en su trabajo sea riguroso, ordenado y organizado.

Tanto para tratar con los alumnos como con los padres, el tutor ha de ser paciente y cercano, capaz de resolver todo tipo de conflictos que se creen tanto dentro como fuera del aula, y dispuesto a enfrentarse a todo tipo de situaciones, personas y opiniones. Un buen trato con los padres es fundamental para poder transmitir y comunicar cualquier incidencia en caso de haberla, o simplemente para mantener contacto e informar de la evolución del alumno.